"Cuando me sonreís": Facundo Arana, Julieta Díaz y Mercedes Funes en un triángulo amoroso

Hace algunas semanas, la productora RGB comenzó a grabar las primeras escenas de esta ficción que presentará un triángulo amoroso entre Facundo Arana, Julieta Díaz y Mercedes Funes. Aún cuando todavía no tiene fecha de estreno, esta historia escrita por Marta Betoldi podría salir al aire entre julio y agosto, ocupando un lugar en la grilla del canal comandado por Tomás Yankelevich que aún no está definido.

No obstante, ya se puede ir sabiendo que la historia de amor de Gastón (Arana) y Luna (Díaz) estará interferida por la presencia de una villana personificada por Mercedes Funes, cuyo objetivo será el galán de la tira. Vale recordar que el último papel de Funes en televisión también la encontró siendo "la mala de la película" en Casi ángeles, donde interpretó a Luz, una adusta Jefa de Ministros que hizo todo lo que estaba a su alcance para terminar con los integrantes de "La resistencia".

De esta manera, y si bien todavía no se sabe si Cuando me sonreís ocupará el horario de alguna de las novelas que hoy se emiten en el prime time, el argumento va tomando forma con la definición del triángulo amoroso principal, publicó el sitio Television.com.ar.

Ya tienen decorados para “Cuando me sonreís”Vienen trabajando, pero sólo en exteriores y en esta semana, el elenco de “Cuando me sonreís”

Vienen trabajando, pero sólo en exteriores y en esta semana, el elenco de “Cuando me sonreís” comenzará a grabar en las escenografías montadas en Teleinde, el espacio donde crecerán los personajes de Gastón (Facundo Arana) y Luna (Julieta Díaz).
Se sabe que la telecomedia espera llegar en el mes de julio a la pantalla de Telefe, pero todavía no hay fecha ni horario designado. Por ahora hay avances en el trabajo diario, con un elenco que promete, con Julia Calvo, Mercedes Funes, Lali Espósito, Benjamín Rojas y Mario Pasik, todos para el guión que escribe Marta Betoldi y su equipo.
El restaurante, la casa de Gastón y los demás espacios de la tira, ya tienen colores, formas y desde este martes, a todos los actores en el piso.
Y no hay por qué negar las expectativas puestas en este producto de RGB para Telefe.

 Fuente -> LaUbfal

"Negocio y Arte a veces no van de la mano en la Tv"

Revista Dominical | 22/05/2011 | 12:05:00
POPU ENTREVISTA MERCEDES FUNES CRITICA LAS REGLAS DE JUEGO DE LA PANTALLA CHICA



La juventud de la actriz Mercedes Funes no impide que sobre sus espaldas tenga una vasta experiencia en el medio televisivo en especial. Ella es muy amena y cordial. La chica se formó con maestros de la talla de Raúl Serrano, Luis Romero y Julio Chávez; entre otros. Sus trabajos más destacados en TV fueron recordados ciclos como Calientes, Ilusiones, Padre Coraje, Juanita, la Soltera, Bella y Bestia y Casi Angeles. En teatro, formó parte de El Graduado (nominada al ACE como revelación femenina), Flores de Acero e Illia. Ahora el presente la encuentra a Funes haciendo el unipersonal Te voy a Matar, Mamá, que se exhibe los sábados a las 21 y domingos a las 19 en el Konex (Sarmiento 3131). Mientras que su proyecto más ambicioso es la vuelta a la TV en breve junto a Facundo Arana por Telefé. Además analiza la tele actual con todos sus pormenores. Ahora la joven busca nuevamente insertarse en el gran público televisivo pero sabiendo que las cosas en la TV siempre suelen dejar detalles que son para meditar y reflexionar. 

¿Qué nos podés decir de tu retorno a la pantalla chica? 
-Estoy feliz porque voy a ser parte de una tira de Telefé con Facundo Arana. Ya empezamos a grabar este mes para que salga al aire en el segundo semestre. Es un propuesta que irá en horario prime time. Es una comedia de enredos con mucho vértigo y con una onda vodevil. Aquí interpretaré a una mala y también hay varias mujeres dando vueltas en la vida del rol que hace Arana. No puedo decirte mucho más, pero hay un gran elenco, donde ya está confirmada Julieta Díaz. 

¿Te facilita en algo saber que volvés a Telefé? 
-Telefé es un canal fantástico. Ahora aplaudo que esté Tomás Yankelevich porque lo conozco y es alguien brillante al igual que su familia. El ciclo cuenta con la producción de Gustavo Yankelevich y me da una gran tranquilidad. Para mí, es bueno volver a estar trabajando con mis compañeros. 

¿Cómo encontrás la competencia en la noche televisiva? 
-Es un año con más ficción que antes y eso es buenísimo. Por supuesto, que falta más propuestas de ese género y debería volver la novela de la tarde, que no está más. A la gente le gusta sentarse y ver historias. La lucha de los actores Muchas veces los actores lidian con cambios de horario o con la programación a una hora que no le conviene. Pablo Echarri con justa razón pide el adelanto del horario para su ciclo El Elegido. 

¿Cómo hacen los intérpretes para luchar contra los cambios de horarios? 
-No sé si a los actores les corresponde. Tal vez, debería estar más legislado todo para que la competencia tenga más reglas claras, que dicho sea de paso, se rompieron hace bastante. Ningún actor puede hacer nada contra el tema de los horarios. Los canales suelen tener un doble mensaje. Por un lado, dicen que quieren cuidar a la ficción, pero a la primera de cambio cuando las cosas no andan bien, suelen levantar los ciclos en tiempo record... 

¿Qué opinás? 
-La televisión es un negocio. Muchas veces arte y negocio no van de la mano. Me parece bien cuando se apuesta a algo como Montecristo que a la larga anduvo bien. Estuve en ciclos donde anduvieron bien y otros donde se empezaron a dar volantazos pero eso no terminó bien. 

¿Qué programa era? 
-No te puedo decir. 

 Fuente -> Diario Popular

La hija de la lágrima

Te voy a matar, mamá - Crítica


Actúan: Mercedes Funes
Co-dirección: Fabiana Maneiro
Dramaturgia y dirección : Eduardo Rovner
Funciones: Sábados 21 hs. y domingos 19 hs.
Teatro: Ciudad Cultural Konex Sarmiento 3131 4864 3200

En la Ciudad Konex se estrenaron de manera casi simultánea dos monólogos escritos por Eduardo Rovner: Te voy a matar, mamá y Sócrates, el encantador de almas. Fue al primero, que bajo dirección del propio Rovner y con la actuación de Mercedes Funes nos dirigimos a ver en un frío domingo de mayo (valga la aclaración: el 1° de mayo, el día del trabajador; sí, sí, el circuito de teatro no descansa).
Este dramaturgo y director, con una extensa trayectoria en la escena porteña, contó en una entrevista publicada en la revista Experiencia Konex: “Siempre me interesó las complejidades de las relaciones humanas. Por otra parte, creo en el arte como posibilidad de un acercamiento a los misterios, a las pasiones, tanto como una herramienta importantísima para dejar testimonio del tiempo que vivimos. Y el acercamiento al misterio de las pasiones nos permite entender un poco más ese laberinto, paso esencial para la posible solución del conflicto.” Es por eso, y con esa intención de adentrarse en los laberínticos procesos de las relaciones humanas, que en esta reciente obra indaga sobre la relación conflictiva (engorrosa, ardua, difícil, quien esté libre de culpa, que arroje la primera piedra, ¿no?) entre madre e hija, a partir de un conflicto: la planificación del asesinato de una madre en manos de su propia de hija con el fin de, a partir de esta muerte, alcanzar su liberación.
Ahora bien, si la trama se presenta bastante tentadora (nuevamente: quien esté libre de culpa, que arroje la primera piedra), a medida que avanza la puesta comenzamos a desilusionarnos cada vez más, a sentir que aquello que se intenta cuestionar desde el plano dramático poco lo logra desde un espacio escenográfico que atesora escasos objetos, que a modo de reliquias, pretenden interactuar con el monólogo de la actriz. Pasando revista a los más conocidos traumas, articulando un discurso que entrecruza la psicología de salón y el reservorio literario a manera de “saber enciclopédico” sin problematizar demasiado en lo que se enuncia, el texto se vuelve simplista, lineal y predecible. Asimismo, y si ya la puesta en su todo hace decantar las esperanzas, también desde el plano actoral esto se acompaña. Mediante un llanto casi constante por parte de Mercedes Funes que exaspera más de lo que conmueve y, sobre todo, con una escasa profundización en el encabalgamiento entre “sentir” y “decir” que no alcanza a evidenciar una acertada conjunción entre los actos de habla. Si bien son logradas algunas de las imágenes escénicas por parte de una iluminación tenue que enfatiza esta especie de “limbo” desde la cual se narra como así también la proyección de una atmósfera mortuoria -a cargo de Miguel Morales- por el resto preferimos pasar por alto esta experiencia teatral que mas que acercarnos a los misterios de las pasiones, nos hace huir rápidamente…